Pop-rock-ska... Anoche, en el programa de Adal Ramones, este subnormal individuo entrevistó a los también limitaditos integrantes del exitoso grupo jalisquillo Maná, a quienes invitó a simular la destrucción de un cuarto de hotel, en el más puro estereotipo de las bandas roqueras de los setenta. Poco más tarde, en el de Ricardo Rocha salieron mis viejos amigos de Maldita Vecindad cantando sus éxitos de ayer, de hoy, y por qué no, de siempre. Roco no pudo dejar de aprovechar la oportunidad de echarse un apasionado rollo políticamente correcto a favor de la resistencia civil pacífica, como antes lo hacía a favor de los neozapatistas y antes aún con los cegeacheros: se vale cambiar de paradigmas ideológicos, para estar actualizado, desde luego. Lo peor vino poco después, cuando Roco empezó a cantar con esa horrible y desafinada voz que lo caracteriza... Ya ni la chingas, cabrón, si antes te lo pasábamos era porque sonabas rebeldón y gracioso, pero ahora das pena ajena, manís... A veinte años de distancia, Maldita Vecindad es la caricatura grotesca de aquel grupo fresco y original que sorprendió a los pocos escuchas en antros pequeños y marginales, antes de pararse frente a las cámaras de Televisa y quedar deslumbrados para siempre...
Plantoneros ejemplares y derechos humanos... Contra lo que dicen mi mamá y otras ilustres perredistas, como la buenaza de Artemia, enamorada profundamente del Peje y a quien le lleva las sabrosas galletitas que ella misma hornea, los 'Visitadores de la CDHDF rechazan que haya suciedad o desorden en campamentos' (La Jornada, 7 de septiembre de 2006). La cabeza de la nota dice: 'Alto contenido racial en quejas contra el plantón: ombudsman', y el balazo: 'El presidente del organismo hace un llamado a la inmediata reconstrucción del tejido social'... El ombudsbaby declara al estalinista diario dirigido por Carmen Lira: 'Los visitadores han estado presentes a lo largo de estos días en el plantón y no observamos (sic) ni suciedad, ni desorden ni insalubridad y creo que esto es importante ponderarlo'. Según el ético y prístino presidente de la Comisión, Emilio Álvarez Icaza, una parte significativa de las 869 quejas -que ahora deben ser más- que recibió la CDHDF sobre los casi vacíos plantones del corredor Reforma-Juárez-Zócalo 'tienen un alto contenido racial y discriminatorio'. Añade el bien pagado -casi tanto como un diputado- funcionario: 'Sí hay una parte significativa que nos preocupa en términos del tono utilizado por los quejosos. Se refieren despectivamente a las personas que están en el plantón. Hacen referencias a un contenido (sic) racial o de discriminación significativo, y eso nos preocupa'. Además, Álvarez Icaza observa sagazmente que la mayor parte de esas quejas han sido telefónicas o enviadas por correo electrónico, 'circunstancia que', dice la nota, 'aunada a otra información, que no siempre se puede confirmar, se deduce que los peticionarios que han recurrido a la comisión para manifestar que su derecho al libre tránsito es transgredido, es gente de clase media'... O sea, pirrurris, como dice el Peje. Con estas declaraciones el prescindible presidente de la CDHDF -quien gusta de desayunar en El Cardenal y brindar con vino francés con sus consejeros- ha encontrado una magnífica coartada para no presionar a Alejandro Encinas en el sentido de exigir el levantamiento de los plantones. Mejor apostar al tiempo y al desgaste del artificial movimiento de resistencia civil, pero aprovechando la oportunidad para hacer blandengues llamados a la reconciliación y a evitar la polarización del país entre pirrurris y nacos, entre izquierdas y derechas... 'y hay que tener muy claro que debemos de hacer un esfuerzo por la reconstrucción del tejido social'... Ajá, y cuándo te lanzas para diputado, Emilito?