martes, enero 25, 2005

Derecho de peticion

Al exabrupto de hace unos días se refiere ahora Héctor Villarreal, amigo, primazo y ex compañero de trabajo en la CDHDF. Prometí no escribir sobre esa institución, así que me limito a publicar los comentarios de Héctor:

En primer lugar, Rogelio, tú fuiste a trabajar a la CDHDF, no a que te regalaran dinero por hacerte güey. Segundo, tu ex amiga que se arrepiente y pide disculpas por haberte invitado a trabajar no tiene ninguna crítica ni la menor objeción posible que hacer en cuanto a tu trabajo editorial, sino que se queja de que no hayas resultado un agachón y lameamígdalas (como dice Hugo), un aplaudidor o un furibundo marquista. Tercero, la persona a la que te refieres es responsable como servidora pública de algo que se llama Desarrollo Institucional, el cual hasta ahora ha resultado ser... ninguno. En tu contra, como en otros casos, lo que imperó fue lo opuesto: una institución gobernada por el administrador, con todo e ilegalidades. Cuarto, la licenciada en cuestión no tiene ninguna objeción al hostigamiento y a las represalias que ejercieron en tu contra con procesos administrativos ordenados por consigna y la amenaza (proferida a ti por el maese Emilio) de llevarte a un juicio penal. Otra muestra más del desarrollo institucional y de su persona. Quinto, alguna vez te comenté que Emilio tenía y tiene obligación de responder al escrito -tu renuncia- que dejaste en su oficina dirigido a él. Eso se llama derecho de petición, consagrado en el art. 8 constitucional. El funcionario tiene un plazo máximo de cuatro meses para responder.
Busqué referencias en internet sobre el derecho de petición y me encontré una precisamente en el sitio de la CDHDF (Orientación jurídica. El derecho de petición, Carlos Eduardo Solórzano López, visitador adjunto. ¡Gracias, Irma! ¡Gracias, Pilar!) (Yo invito las vickys, traigan al Mosh para cotorrear.)
P.D. Quiero ver el Informe 2004 para consultar los números de la Contraloría Interna. Ahora sí desquitaron su presupuesto en tremenda chamba.

martes, enero 18, 2005

Exabrupto

Ahora resulta -me cuenta una querida amiga- que la persona que me invitó a colaborar en la CDHDF -institución simuladora y burocrática, si las hay- me hizo un favor porque en aquel entonces yo necesitaba trabajo... Es cierto. Trabajo yo siempre he necesitado y he tenido la oportunidad de trabajar con personas capaces y solidarias, pero también en chambas muy jodidas, como ésta de la que se supone que debo estar muy agradecido... Después de un año de sacar adelante su deslucido e improvisado programa editorial -más hecho para justificar el gasto- decidí renunciar por las razones que he expuesto hasta el cansancio en este y otros espacios públicos, ante tantas irregularidades, malos tratos a los empleados, descuentos ilegales, actitudes arrogantes y prepotentes y sobre todo una burocracia imparable e insensible. Agradecido? Por supuesto que no... En la CDHDF conocí a la gente más abyecta que se puedan imaginar, incluyendo a la ex amiga que me recomendó con la veleidosa e ignorante secretaria técnica de esa institución -ah, pero eso sí, cómo les encanta presumir de su trasnochado amor por el neozapatismo...

En fin, prometo que ya no escribiré sobre la CDHDF. No tiene caso, no cambiarán.

domingo, enero 16, 2005

Replicante no. 2...



Estimados amigos, lectores, colaboradores, periodistas, colegas, editores, distribuidores, anunciantes, estudiantes, competidores, conexos y detractores,

Roberta Garza y Rogelio Villarreal
se complacen en anunciar la inminente aparición del número 2 de Replicante, ideas para un país en ruinas, que empezará a circular en librerías, locales cerrados y Sanborns de todo el país a partir de la primera semana de febrero.

Nuestro tema central: Ideologías: de la ultraizquierda a la ultraderecha, con textos de Luis González de Alba, Octavio Rodríguez Araujo, Rogelio Villarreal, José Landowsky, Nick Piombino y Alejandro Toledo, entre otros: de Hitler a López Obrador, de Stalin a Fernández de Cevallos, de la Internacional Comunista a los Legionarios de Cristo, del Sup Marcos a Bush Jr.

Arte y censura: Néstor García Canclini sobre la reciente exposición retrospectiva de León Ferrari en Buenos Aires y la rabiosa censura de la Iglesia católica.

En Apuntes y crónicas: un vertiginoso recorrido desde La Habana a Tenacatita pasando por Tokio, Stalintlán, el cine Savoy del DF, los neonazis de La Lagunilla y los disturbios en Guadalajara y Santiago de Chile.

Fotografía: El sub-realismo criollo de Marcos López: entre el arte y la publicidad.

Cómic: La espada de Dios, de Edgar Clément.

Cine: Almodóvar y la farsa de la modernidad. El cineasta manchego y su devoción por locas y vírgenes.

Ciencia: Antonio Lazcano Araujo recuerda a Alexandr Oparin, autor de El origen de la vida.

En Reseñas y noticias: Letras cubanas, Martin Amis, el inefable Arau Jr., la ruda Jessy Bulbo vs. la tierna Ely Guerra, Björk, Dylan, matrimonios gays en Canadá.

Gráfica, fotografía y humor: Juan Bastardo, Blumpi, Elisenda Estrems.

Y más, mucho más... 128 páginas de crítica, reseñas y comentarios.
Espérala, no te conformes con revistas complacientes.

Pronto, el tour nacional de presentaciones:
Tijuana, Torreón, Tlaxcala, Pachuca y Ciudad Victoria (y donde nos inviten...)

www.revistareplicante.com
Para leerla en todo el mundo.

Retrato de un servidor encontrado en una boutique de la Condesa...

Erving Goffman, psiquiatra y sociologo canadiense

Un libro que los "defensores" de derechos humanos deberían de leer...

sábado, enero 15, 2005

Alvarez Icaza corre a sus asesores

Hace un año, exactamente, me presenté en las oficinas de la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal para dejarle mi renuncia a Emilio Alvarez Icaza. Ignoro si entonces la leyó, pero como no obtuve ninguna respuesta de su parte y las condiciones laborales en esa institución pública eran sumamente cuestionables -como lo siguen siendo hasta ahora-, la publiqué en la revista Día Siete unos días después (en este blog se encuentran todos los archivos). La respuesta de Irma Rosa Martínez, directora de Comunicación de esa dependencia, no podría haber sido más elusiva y pusilánime: lejos de responder con honestidad y autocrítica, se dedicó a descalificarnos y a justificar el pobre desempeño de la CDHDF. En fin. Las condiciones siguen siendo las mismas y a Emilio le urge ya salir de ahí. Como se sabe, tiene la mira puesta en el Instituto Federal Electoral, ya que no se le hizo llegar a la presidencia de la Comisión Nacional de Derechos Humanos -acaso su popularidad entre nuestros representantes populares está descendiendo?-. Siguen los malos tratos a algunos empleados, las renuncias y, la última hazaña del autollamado Ombudsman capitalino, el despido de sus asesores Rafael Álvarez y Joel Nahuatlato. De este último no puedo decir gran cosa ya que apenas lo conocí: él fue mudo representante de la presidencia de la CDHDF en el teatral y blandengue juicio administrativo que me fincaron por haber sustraído información confidencial de esa institución (lo cual es falso, por supuesto, como lo demostró mi abogado; no es así, supercontralora?), pero a Rafael Álvarez tuve la suerte de conocerlo y de hablar con él largamente de derechos humanos, simuladores e instituciones totales (Erving Goffman). Gran admirador de Foucault y excelente ensayista sobre diversos aspectos de los derechos humanos, Rafael Álvarez sintió ahora la furia y el resentimiento de Alvarez Icaza por no perdonarle sus deslices ni sus inconsistencias. En suma, Alvarez Icaza le pidió su renuncia por ejercer la crítica inteligente y honesta.

Escucho ahora en la radio el programa Radio Pocajú, que se transmite en la frecuencia de Radio Ibero (90.9 FM), cuya excelente programación es interrumpida de vez en vez por los insípidos e impostados anuncios de la CDHDF sobre su campaña permanente contra la discriminación (de dónde sacaste a los actores, Irma Rosa, de La Academia?). La verdad es que en la CDHDF aún hay discriminación, malos tratos, descuentos injustificados, renuncias, despidos arbitrarios y uso discrecional del presupuesto. Algo de lo que no habló nunca la estoica defensora de los derechos humanos Pilar Noriega en la entrevista que le hicieron hace unas semanas en esa misma estación. No, si para ella nomás existen las causas redituables en términos mediáticos, como la de Digna Ochoa y, en su momento, la del inefable Mosh... No será ya tiempo de sacarles mas trapitos al sol?

Replicante no. 2 se va a la imprenta el próximo lunes 17 de enero... esta edición, con el tema central de Ideologías: de la ultraizquierda a la ultraderecha, estará a la venta a partir de la primera semana de febrero... Hasta la vista, baby!

domingo, enero 09, 2005

Lo mejor y lo peor del 2004 segun Sergio Gonzalez Rodriguez...

Publicado el domingo 2 de enero...


Escalera al Cielo 
Por Sergio González Rodríguez
Reforma, suplemento El Angel

 Lo mejor de 2004
 
- El libro del año: Roberto Bolaño, 2666 (el acontecimiento narrativo más importante de las letras iberoamericanas de los últimos años: una novela compleja, torrencial, prodigiosa, que marca el inicio de la nueva literatura continental);
 
- Novela: Juan Villoro, El Testigo (retrato panorámico del México de hoy, esta obra se compromete con un dispositivo literario que se había perdido en nuestras letras: descifrar la erosión de un país a la luz de la intimidad de personajes memorables); Elmer Mendoza, Efecto tequila (el narrador sinaloense transita por ambientes y lugares de México, España, Brasil y Argentina debido a las exigencias de una historia que adquiere el rango de un sueño errátil, cercano a una experiencia hiperrealista); Horacio Castellanos Moya, Insensatez (a tiro por viaje, en cada novela que publica, el autor logra adentrarse con mayor exactitud y profundidad en el relato de la violencia de las sociedades latinoamericanas. Un maestro de la tensión narrativa); José Agustín, Vida con mi viuda (ficción al ciento por ciento, muestrario de las habilidades superiores del creador de La tumba, esta imaginativa novela captura de inmediato el interés del lector, que agradece el reencuentro de José Agustín con la novela);
 
- Novela breve: Héctor Manjarrez, La maldita pintura (vertiginosa y estremecedora, esta nouvelle hace agradecer las posibilidades infinitas que despierta en el lector una historia concisa, bien tramada, valerosa ante su tema y con un dominio pleno del estilo);
 
- Primera novela: Fabrizio Mejía Madrid, Hombre al agua (registro irónico de una generación posterior a las grandes gestas políticas de sus padres -la gente del 68-, cuyo desvalimiento aparente implica una postura lúcida frente a los propios límites); Heriberto Yépez, El matasellos (cortocircuito en las convenciones novelísticas, sarcasmo de los clichés académicos, esta obra es producto de dos líneas entrelazadas, la del ensayista y la del narrador. Juego experimental de amplia valía); Julian Herbert, Un mundo infiel (la noche de un personaje que se entrega al azar, al furor del abismo en una cantina que se abre como un pasaje directo a las estancias violentas del norte del País y sus fronteras. Epica abyecta de tránsfugas y marginales); Gerardo Kleinburg, No honrarás a tu padre (el tema de la búsqueda del padre y el redescubrimiento de la judeidad llevaron al autor a una obra extrema que lo desafiaba y, al tiempo, lo conduciría a una ordalía íntima y literaria de la que sale adelante);
 
- Testimonio: Isabel Vericat, Ciudad Juárez: de este lado del puente (la obra reúne, entre otros textos, una serie de testimonios de familias con víctimas de femicidio en la frontera norte, además de diversas fotografías en un territorio próximo a la justificación de la barbarie); José Manuel Valenzuela, Paso del Nortec (un libro que une la belleza gráfica, la perspectiva crítica y el logro visual en torno de la música tecno del colectivo Nortec y el ambiente bicultural de Tijuana); María Luisa Puga, Diario del dolor (el diagnóstico tardío de una enfermedad, la escritura cotidiana que sirve para exorcizar el dolor físico y psicológico de la vivencia, consuman esta obra impar en la literatura mexicana);
 


- Ensayo: Luis Alberto Ayala Blanco, El silencio de los dioses (defensa del pensamiento mítico, este ensayo es un llamado a reencontrar la sabiduría que emana de lo primigenio, tan negado por el racionalismo o el empirismo contemporáneo. Un auténtico hito en la cultura mexicana); Néstor García Canclini, Diferentes, desiguales y desconectados (una crítica a fondo de conceptos como "cultura", un cuestionamiento notable a las limitaciones de la academia ante los aspectos anómalos de América Latina y su encrucijada entre lo global y lo local); Rogelio Villarreal, El dilema de Bukowski (artículos y ensayos que se proponen y consiguen desarmar los valores y prestigios más preciados de la cultura y el arte contemporáneos. Este libro sintetiza un punto de vista radical, punzante y lúdico);
 
- Crítica de arte: Carlos Fuentes, Viendo visiones (antología ensayística que sabe traducir la contemplación perspicaz de una obra de arte, así como trazar vinculaciones con la vida de los artistas que se analizan en sus páginas. Un festejo en prosa);
 
- Biografía: Christopher Domínguez Michael, Vida de Fray Servando (trabajo monumental sobre el fraile nómada, a su vez panorama de América de cara a la Europa del Siglo de las Luces, el volumen permite al autor una trama prolija de referencias bibliográficas e históricas);
 
- Poesía: Carmen Boullosa, Salto de mantarraya (y otros dos), (hay en este libro un vaivén intenso: la cercanía con la ruptura amorosa y la búsqueda imposible del equilibrio posterior al desgarramiento. Lance de transfiguraciones íntimas y sus cicatrices poéticas); José Luis Rivas, Un navío de amor (bajo la figura de Helena, el poeta veracruzano acude a la naturaleza tropical y la sensualidad del paisaje para expresar su admiración y nostalgia alternas del cuerpo femenino y sus virtudes fugitivas); Jorge Esquinca, Región. 1982/2002 (reunión de poemas al paso de dos décadas de oficio, con esta obra se puede observar en forma idónea a un escritor comprometido con la pasión de nombrar lo innombrable y de hallar el revés de las apariencias);
 
- Cine: Jorge Ayala Blanco, La grandeza del cine mexicano (alegato contra la dimensión titánica que se le ha dado al cine mexicano, a la vez que reconocimiento de sus productos superiores, hay allí una cartografía que asombra leer a la luz de su crítico más tenaz); Rafael Aviña, Una mirada insólita (relectura de la historia del cine mexicano, mediante una agrupación temática que revalora géneros menospreciados como las películas de horror y fantasía. La postura del espectador atento en estado puro).
 
- El peor libro del año: Xavier Velasco, Materialismo histérico.

Gonzalo Martre sobre Replicante y El dilema de Bukowski...

Viejo amigo de mi padre, Gonzalo Martre, escritor de piezas fundamentales como Los símbolos transparentes y la trilogía de El Chanfalla, me dedica unas líneas a propósito de la revista que dirijo y del libro que me acaba de publicar Chema Espinasa en sus Ediciones Sin Nombre... Gracias!


Mi querido Rogelio, tu nueva revista no desmerece ante La Regla Rota ni ante La Pus, aunque se le nota un tono menos informal, como que intenta a veces ser solemne, sin lograrlo del todo, por fortuna. En la sección de libros me gustó ?Morir en el plagio?, que es poner en su lugar al insuflado Aguilar Camín. En la de cine, la puntilla al glamoroso Zapata de Arau, ya otros antes le dieron duro, y ésta es una puntilla soberbia. Aunque ?Quién mató a Alfredo León? es aparentemente una nota roja más sobre el asesinato de un homosexual, la manera de presentarla y desarrollarla la saca del lugar común y la resalta magníficamente. El madrazo a Krauze asestado en ?Entre Calibán y el buen salvaje? demuestra que Replicante no le teme a los santones de la intelectualidad tepuja. Tu cuate Yépez hace un análisis crítico de las tesis noñas de Krauze que difícilmente podría rebatir si éste se animara a hacerlo, pero como usualmente procede, guardará silencio olímpico. Bueno es que se le arrime candela para que vaya viendo que no todo es halago y humildad ante su persona. De igual modo me gustó mucho el artículo de Norma Lazo sobre los replicantes de Blade Runner, no nada más por la concordancia con el título de la revista, sino porque es un artículo que merece la CF y en especial Philip K.Dick, señor de toda mi admiración.



Te agradezco que le hayas dado a Víctor del Real el material que te remití como colaboración para Replicante. De este modo no quedó tan explícita mi participación y se logró el fin esperado. A Del Real le mandé otros materiales sobre el asunto, no para que escriba, sino para que analice hasta donde llega la sevicia de la directora del FCE, pero no me ha contestado ni para acusar recibo. Difundí por correotrónico el artículo a unas 120 direcciones entre periodistas y escritores.
Prácticamente cierras con el folletón de Manuel Aceves. Le viene muy bien esta publicación pues ya tenía perdida la esperanza de que algún día apareciera. La pérdida de un hijo sumió a Aceves en la paranoia de la desesperación a tal punto que brevemente me confió un día por teléfono que nunca más escribiría. Supongo que tal decisión fue resultado de un estado de depresión profunda y que pasado el tiempo ha de rectificar.
En suma, la revista es muy buena, su diseño gráfico y presentación son de lujo, le deseo una larga vida. Pronto he de remitirte el artículo sobre ?La camada maldita?, de Ariceaga. Felicitaciones.
Tardé un poco más de tiempo en leer tus ensayos de El dilema de Bukowski porque requiere de reflexión cada apartado. Muchos fueron los textos que me gustaron. Al leer ?El fin del siglo americano? hallé una idea al término de la polémica que entablas con Pedro Meyer, cuando habla de la posibilidad de que algún el día el terrorismo musulmán se las ingenie para estallar una bomba nuclear en el corazón de Estados Unidos. ¿Por qué no escribir una novela de terrorismo y CF con tal tema? ¿Algo como Dr. Insólito? Quizá me anime a hacerlo.
Juntar a dos farsantes de gran envergadura como Carlos Castaneda y Antonio Velasco Piña en ?México en una laguna? es asestar un mandoble doble a quienes se dejan embaucar por tesis para retrasados mentales. A Velasco Piña lo han tundido otros, no así a Castaneda, que lo merece tanto o más. Ambos son detestables.
Estimo en lo que vale tu contribución para la difusión ecuménica de los abusos de Marcial Maciel. No hay que desaprovechar la oportunidad de zarandear a esta repugnante sabandija, protegido de Wojtila y por cuyo amparo quién sabe que pecados de la misma laya cargue sobre su polaca conciencia. ?A cada quien su sexo? es un ensayo que debe reproducirse más, y pondré en ello un granito de arena.
En ?El último orgasmo? encontré una reflexión sobre el sexo que me atañe, porque me cuento entre los ancianos que felizmente todavía disfrutan de orgasmos, aunque el último ya se vea venir.
?Tribulaciones y reflexiones de un lector por obligación? es uno de esos ensayos que aparecen muy esporádicamente y que normalmente atraen sobre el autor no pocos odios ni menos venganzas. Y es que no te quedas en la abstracción, te tiras a fondo citando a no pocas deidades de la República de las Letras, osadía reservada a unos cuantos que no temen a las represalias. Esta es otra de tus reflexiones que merecen darle la vuelta al mundo de las letras hispánicas. Contiene lo que muchos piensan reservadamente, lo que muchos quisieran publicar, pero no lo hacen por cobardía. Enhorabuena y enhoramala, porque las consecuencias son temibles. Lo sé por experiencia, pero jamás me arrepentiré, jamás daré marcha atrás. Dentro de ese mismo texto, en la página 158 te ocupas de mí y de otros escritores agrupándonos en aquellos que tienen algunas páginas brillantes en sus obras disparejas. En efecto, por lo que a mí respecta así es y así será. La tersa nitidez de autores como por ejemplo Fuentes, Pitol y S. Elizondo produce tan sólo páginas brillantes, tan brillantes que enceguecen al lector, pero no de admiración sino de aburrimiento. ¿Qué sería de la literatura francesa si todos los autores franceses escribieran como lo hizo Proust? En todas las literaturas hay lugar para todos los escritores. Cuando se comprenda eso se dejará de hablar de escritores ?buenos? y escritores ?malos?. No hay más que simplemente escritores. Unos gustan a muchos lectores, algunos lectores presumen de que gustan de pocos escritores. Cuestión de gustos. Claro, hay casos extremos como el del chocolatazo de la Esquivel, las truculencias de Velasco Piña y otros que no tienen perdón.
Mucho, muchísimo me gustó tu ensayo ?Del realismo mágico al pragmatismo político?. Yo fui uno de aquellos que creyeron en la revolución cubana a pie juntillas. Un primer viaje a principios de los ochenta fortaleció mi convicción y mi fe en ella. Pero ya a mediados de los años noventa un par de viajes me abrieron los ojos. Estoy de acuerdo en tu valoración del viejo dictador barbón. Es un dictador igual a todos los de su especie, afectado del mismo culto a la personalidad de todos ellos. ¡Y que chingue a su madre el pueblo!
Tus análisis sobre la Poniatowska y Monsiváis no tienen desperdicio. También estoy de acuerdo contigo. Ojalá abundaras más sobre el tema. A otro que hay que poner en su lugar es a Taibo II, pero ya con ésta me despido. Te felicito por este libro de ensayos con el cual me siento hermanado.